Gracias por el fuego
Un día como hoy, pero de 1943, un viejito macanudo, el Dr. Albert Hofmann, hizo un descubrimiento todavía más macanudo: vio que el LSD tenía propiedades psicodélicas.
Estaba tratando de sintetizar el LSD-25, cuando absorvió un poco por la punta de sus dedos. Intrigado por la alteración de la percepción que sufrió, decidió investigar un poco más, por lo que tres días más tarde se dio un saque de 250 mg, siendo así, el primero en viajar a la luna sin cohete.
En su autobiografía, Hoffman dice:"I was forced to interrupt my work in the laboratory in the middle of the afternoon and proceed home, being affected by a remarkable restlessness, combined with a slight dizziness. At home I lay down and sank into a not unpleasant intoxicated-like condition, characterized by an extremely stimulated imagination. In a dreamlike state, with eyes closed (I found the daylight to be unpleasantly glaring), I perceived an uninterrupted stream of fantastic pictures, extraordinary shapes with intense, kaleidoscopic play of colors. After some two hours this condition faded away."
Desde todo punto de vista, un viaje de la HOSTIA!
Aunque es muy crítico de su uso indiscriminado, en un simposio en 2006 comentaba: "Pienso que en la evolución humana, nunca a sido tan necesario tener esta substancia". Siempre fue un defensor de esta "droga para el alma" como la llama, y cree que debería investigarse más.
Via: Wired
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