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miércoles, 11 de julio de 2007

Pedradas escatológicas

Palomas.
Una paloma.
Una paloma que consigue palomo.
Una pareja de palomas que funda una familia... y empiezan a aparecer palomitos y palomitas por doquier.
Los hijos e hijas se resisten a cambiarse del barrio que las vio nacer.
Vástagos de palomas que se emparjean.
Vástagos de palomas que se emparejan y se replican.

Palomas.

Palomas que anidan en el interior de nuestro depósito.
Palomas que anidan en el interior de nuestro depósito y lo cagan todo a diestra y siniestra.
Que lo cagan todo a diestra y siniestra durante meses.
En el taller, sobre los vehículos, sobre la mercadería... y por supuesto sobre quienes circulan por el lugar. Unas hermosas plastas, de esas que hacen que uno se pregunte de dónde carajo sacan tanta mierda unos bichitos tan menuditos. Porque podrán parecer muy grandes, pero si las desplumás, las palomas son mínimas... al menos en comparación con la cantidad de heces que largan por esos culos privilegiados.

Palomas y límites.

Porque todo tiene un límite. Hasta las palomas.
Y el límite de las palomas tiene nombre.
Tiene nombre que empieza con H.
Que empieza con H. Con H de Honda.
Y alguien trae una Honda... que se escribe con H y con D. Con D de Destino. Y con D de pieDra.
Así que la honda y el destino y el alguien y las palomas y las piedras se juntan... o algo por el estilo, no?

Todo eso se junta... pero hay algo que se separa.

Se separan las plumas, cuando el alguien que tiene la honda, que es la personificación del destino, hace que la piedra se junte con la paloma... esto es muy confuso... incluso para mí, que lo estoy escribiendo. Y ni siquiera espero que llegues hasta este punto en tu lectura. Te doy mi perdón. Y lo podés guardar para más adelante.

Aunque no pido disculpas... las cagadas de las palomas son lo suficientemente molestas como para no sentir remordimientos. Es algo desequilibrante ver tantas deposiciones y cacotas por todos lados.

En todo lado al que uno dirija la vista: mierda. Muuuucha mierda. Es como si ciertas porciones específicas del depósito estuvieran alfombradas de las cochinas manchitas blancas y amarillas y... y el color que sea que tiene la mierda de paloma.

El tema es que ahí estábamos, varios álguienes, en plena tarde laboral, con un puñado de piedras y una preciosa honda. Obviamente, la limpieza étnica de las palomas (el día de hoy será conocido como el 11/7, o el 11J, o alguna boludez por el estilo, por el mundo colombófilo) tiene un lado inesperado: disfrutamos como enanos con la pseudocacería. Algunos incluso fallan a propósito para verlas volar... yo fallo de inepto y nada más. Desde los 12 años que no manejo una honda, y se nota. Los impactos fallidos resuenan contra el techo de chapas de zinc...

... y sabías que las chapas de zinc, en realidad no son de zinc? Nooooooo... son de un menjunje extraño al que le dicen zinc... pero no es zinc. Porque si las chapas de zinc fueran de zinc, las chapas de zinc serían caríiiiiiisimas. Sólo Onasis, o alguno de la misma raza, podría construir un galgón con chapas de zinc. Y me querés decir vos para qué corno quiere Onasis, o alguno de la misma raza, un galpón con chapas de zinc? Así que como ninguno de los acaudalados sienten pasión por las chapas de zinc de zinc, a la gilada que sí estamos interesadas en ellas, nos venden chapas de zinc que no son de zinc. Porque si las chapas de zinc fueran de zinc, las chapas de zinc serían caríiiiiiisimas. Se entiende? Pero bueno, a lo que vamos. Vamos? Íbamos? Como sea... Somos como niños, y nuestras carcajadas resuenan más que las pedradas.

Oia! Eso rima! Jaaaaaaaaa! Rimaaaa Aaaddddaaaaahhhhh Basta!

El tema es que en un momento dado se me ocurre la peregrina idea de volver al trabajo. Cinco minutos después, todavía con el PUM!PIM!PAM! (DreamWorks/SKG es la responsable de los efectos especiales) sonando contra las chapas del techo, llega de la calle el Capo Másssssimo, The Big Boss, alias El Padre De Las Gárgaras, alias El Dueño Del Boliche. Junto con él, por la otra puerta, entra L, muerto de risa y comentando la escena que transcurría en el depósito.
El Boss mira hacia la puerta. Mira hacia la puerta pero no puedo ver sus ojos. Así que no sé cuáles son sus intenciones cuando sale.
Sí escucho al amargo de Cr comentar que deben de tener mierda en la cabeza para estar haciendo tamaño disparate, con piedras rebotando para todos lados, y los parabrisas, y la gente, y si rompen algo, y...
No puedo con el genio y me voy hacia afuera, donde todavía se escuchaban los PUM!PIM!PAM! y más risas. Esperaba ver algo emocionante, algo así como...
Algo así como al Boss darse vuelta...
Con una sonrisa de esas con que la gente casi puede morderse las orejas, y sosteniendo la honda y diciendo algo así como: "Ah! Qué divertido! Qué bueno es recordar el pasado!"
Volví a la oficina matándome de risa, y pensando en los comentarios de Cr. La situación, aunque vos (si es que todavía estás leyendo) a lo mejor no te des cuenta, fue extremadamente graciosa. Lamentablemente nunca me gustó explicar un chiste, así que espero haber sido claro, y puedas ver lo hilarante del momento.
Cr, mientras tanto, seguía despotricando contra las hondas, el destino, SKG, las bostas de las palomas y la vida misma.
Hasta que no aguantó más, puso su mejor cara de hez de paloma y salió decidido hacia el depósito.
Silencio.
Arrecian las risas.
Vuelve Cr, a las carcajadas, diciendo que nunca había podido darle a nada con una honda.

El que mejor salió con todo este negocio, fue Enrique. Dos palomas bien servidas como merienda de lujo y a hibernar unos días... o al menos eso hace pensar su panza, que quedó redonda como un tambor. El bendito se relame que da gusto, y parece tan satisfecho que hasta dan ganas de preguntarle si no le sobró ningún pedacito para convidar. El minino no debe creer su buena suerte, carne fresca y en abundancia. Eso es algo que no ve todos los días.

Y así va el mundo, con la moral, los moralistas y la moralina y los gatos satisfechos y las palomas aterradas y las aterrizadas.

Y ya está, casi fin del desvarío... si llegaste hasta acá, bien por vos. Felicitaciones. Te has ganadoooo... mi más sincera admiración y gratitud. Juntalas y conservalas en un lugar fresco, seco y no expuesto a la luz directa del sol. Dentro de 20 o 30 años, cuando sea famoso y el mundo gire incomprensible, insana y locamente en torno a la prédica de la ermita, estas primeras gratitudes y admiraciones, junto con los perdones de más arriba, cotizarán muy bien en el mercado negro de emociones.
Ahora sí.
Fin del desvarío.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

los mato, los agarro y los "cago" a hondazos! Se se se.
A mí no me van ni me vienen las palomas, pero por qué les parecen ratas con alas? Hay gente que no las puede ni ver... está bien: nosotros no nos subimos a un árbol para hacer nuestras inmundicias para que caigan en el parabrisas de un coche, pero viejo... nadie les enseñó tampoco a hacer un pocito y después echar tierra!

Naazgul dijo...

A quién vas a matar? A los palomos? A los honderos? Podés ser un poquito más específica?

Jaja... no recuerdo haberme referido a ellas como ratas con alas. Eso me suena más a murciélago que otra cosa.

Yo las puedo ver... pero no es que me caiga muy simpático eso de andar chapoteando entre sus desechos



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